Estamos cercanos a cumplir un año más de la promulgación de la Ley de Ejercicio de la Contaduría Pública en Venezuela, específicamente cuarenta y tres (43) años el próximo 27 de septiembre, ya que nuestra Ley fue promulgada el 27 de septiembre de 1973, debido a ello, y como un tributo a nuestra noble profesión, me he propuesto continuar escribiendo artículos para realzar nuestro ejercicio profesional. Ya en septiembre de 2014 escribí un artículo sobre la importancia de la contabilidad el cual se encuentra publicado en la página web de nuestra firma www.fmcontadores.net/importancia-de-la-contabilidad/
Recientemente, el colega y amigo Rafael Delgado, circularizó un correo enviado por Manuel Alonso Escudero Cueto, en el que se da cuenta de que por encargo de la Federación Internacional de Contadores (International Federation of Accountants® IFAC®), investigadores de la Universidad de Estudios Económicos de Bucarest (Rumania) llevaron a cabo una revisión bibliográfica de más de noventa (90) trabajos de investigación académica en los cuales se evalúan las relaciones entre el rendimiento de los negocios y los conocimientos de contabilidad, demostrándose la asociación positiva entre el uso de asesoramiento de profesionales de la contaduría pública de experiencia y el rendimiento de las empresas.
Esta demostración no hace más que comprobar la importancia del asesoramiento de profesionales de la contaduría pública debidamente capacitados y con experiencia para hacer que las organizaciones obtengan o generen información relevante y de calidad para apoyar el control interno de las empresas, garantizar la eficiencia operativa, la salvaguarda de los bienes y operaciones, la correspondiente rendición de cuentas, y el cumplimiento de todas las obligaciones legales a las que están sujetas las empresas, principalmente en materia tributaria.
En un mundo actual globalizado y más competitivo, las organizaciones que generen más y mejor información serán las más exitosas en su gestión y alcanzarán mejores rendimientos. Como indica Bill Gates, “la información es poder”.
Los Contadores Públicos, tanto a nivel de dependencia interna en las empresas, como a nivel de asesores externos, o como auditores externos, que requieren las empresas para apoyar e impactar su gestión de manera positiva, deben en nuestra opinión, cumplir los principios fundamentales de la ética profesional, tal y como lo contempla nuestro Código de Ética Profesional:
- Integridad, deberá ser recto y honrado en todas sus relaciones profesionales;
- Objetividad, no deberá permitir que sesgos, conflictos de interés o influencia indebida de otros, predominen sobre sus juicios profesionales;
- Competencia Profesional y Debido Cuidado, tiene el deber permanente de mantener actualizados sus conocimientos y habilidades profesionales, al nivel requerido, para asegurar que sus clientes y/o empleadores reciban un servicio profesional que se base en desarrollos actualizados de la práctica profesional, la legislación que corresponda y las técnicas de ejecución de su trabajo, deberá actuar siempre apegado a las normas profesionales y técnicas cuando se requiera;
- Confidencialidad, deberá respetarse siempre la confidencialidad de la información obtenida producto de la relación profesional, no deberá revelarse esa información a terceros a menos que existe un deber legal de hacer alguna revelación, y no podrá utilizarse la información obtenida para obtener ventajas personales; y
- Comportamiento Profesional Adecuado, deberá cumplir con las leyes y regulacionesrelevantes y deberá evitar cualquier acción que desacredite a la profesión.
El cumplimiento de todos los principios es primordial, sin embargo, en nuestra opinión los más relevantes se refieren a la competencia profesional y debido cuidado, porque se refiere a la actualización y capacitación profesional del profesional, consideramos que el nivel de excelencia profesional que debe desarrollar y mantener un Contador Público Integral debe incluir, entre otros, y dependiendo del campo en el cual actúa, conocimientos apropiados sobre: i) aspectos administrativos: organigramas, descripciones de cargos, normas y procedimientos, principios de control interno bajo el marco COSO; ii) aspectos contables: prácticas básicas, normas internacionales de información financiera (NIIF’S), normas contables específicas para otro tipo de entes (cuando es requerido, Banca, Seguros, Cajas de Ahorro, Cooperativa, Entes Públicos, etc.); iii) aspectos de auditoría externa: procedimientos básicos, estándares internacionales de auditoria, muestreo estadístico; (iv) aspectos de auditoría interna: normas internacionales para el ejercicio profesional de la auditoría interna, mejores prácticas profesionales para el ejercicio de la auditoría interna; (v) obligaciones legales: específicas del ramo en el cual se actúa, tributarias, mercantiles, laborales, etc.
Los Contadores Públicos, siempre que estemos bien preparados y actualizados con una formación integral, tenemos un amplísimo campo para desarrollar nuestras labores, no voy a referirme en este escrito a lo que se refiere a ese respecto la Ley de Ejercicio de la Contaduría Pública en sus artículos 6 a 9, me referiré a los principales campos, no los únicos, que desarrollamos en la práctica cotidiana:
- En relación de dependencia: contadores internos de las empresas con competencia en contabilidad general, contabilidad de costos y otros; auditores internos (campo compartido con otros profesionales); gerentes de administración y finanzas; gerentes de gestión tributaria (cumplimiento, planificación, defensas); analistas de normas y procedimientos; analistas de información financiera, entre muchos otros.
- Como asesores externos: contadores externos de las empresas con competencia en contabilidad general, contabilidad de costos y otros; outsourcing de auditoría interna; gestión tributaria (cumplimiento, planificación, defensas); analistas de normas y procedimientos, etc.
- Como auditores externos: Es uno de los principales servicios de los Contadores Públicos en ejercicio profesional, basado en la aplicación de Normas Internacionales de Auditoría (NIA’S) orientado a la emisión de una opinión independiente sobre la razonabilidad con la que se presentan la situación financiera de una empresa a una fecha determinada, y los resultados, cambios en las cuentas de patrimonio y flujos de efectivo para los períodos finalizados en la misma fecha determinada.
Ya para concluir este artículo, me referiré a una práctica que ha venido adquiriendo cada día mayor relevancia a nivel mundial, la cual se refiere al uso de servicios externos para actividades no medulares, entre ellos los servicios de contabilidad. Una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas, le han dado preferencia a mantener su contabilidad en mano de asesores externos, para dedicarse a sus operaciones medulares y no distraer recursos en una actividad en la que generalmente los accionistas y propietarios no poseen grandes conocimientos, tal ha sido el auge de los servicios externos, que inclusive el IFAC a través del Comité Internacional de Normas de Auditoría y Aseguramiento (por sus siglas en inglés IAASB) emitió la norma NIA 402 la cual se denomina “Consideraciones de auditoria relativas a una entidad que utiliza una organización de servicios”.
El mantener la contabilidad en manos de asesores externos no debe significar no darle la importancia que se merece la contabilidad como generadora de información primordial para la buena gestión de las empresas, como he venido sosteniendo en todo este artículo, debe ser todo lo contrario, estableciéndose normas, procedimientos y controles que garanticen el flujo apropiado de información hacia el contador externo, para que este genere todos los reportes y declaraciones que se requieran para la toma de decisiones por parte de las gerencias de las empresas y el cumplimiento de todas las obligaciones legales a las cuales están sometidas las empresas.
En Venezuela, a raíz de todas las disposiciones emitidas por el Gobierno Nacional en cuanto a la materia laboral (inamovilidad, aumentos compulsivos de sueldos y salarios y de bonos de alimentación, entre otros), en muchos casos, las pequeñas y medianas empresas no tienen la capacidad de mantener departamentos internos de contabilidad, auditoría interna o de gestión tributaria, con la cantidad de personal profesional preparado y actualizado requerido, por lo que cada día están requiriendo mayor cantidad de servicios externos al respecto, los cuales cubren normalmente los requerimientos profesionales necesarios a costos menores que los que se generarían internamente con los mismos niveles profesionales.